El tiempo pasa para todos. Mientras vemos cómo afecta a amigos, parientes y a nosotros mismos, a veces nos cuesta entender que también los hijos crecen. Sus gustos e intereses cambian. Su actitud, según se acerca la adolescencia, también. En consecuencia, comenzarán a quejarse de que su habitación ya no se corresponde con su personalidad. Hay que adaptar el dormitorio a su crecimiento. Pero ¿cómo?
Los decoradores e interioristas de la marca CENTURY 21 han recogido unas pautas básicas para adaptar la habitación infantil a un dormitorio que se identifique más con la personalidad casi adulta de los hijos. Desde el cambio en el color favorito, a los grupos y actores de referencia, los motivos de la decoración… Di adiós al agobio. Con unos pequeños cambios ganarás tiempo y ahorrarás dinero.
Cambia tu mente
El primer paso que todo padre debe dar es cambiar la mentalidad con la que mira al hijo. Cuando planeaste su primera habitación, lo hacías con la ilusión de que el niño estuviera estimulado y feliz. Que la habitación fuera un entorno divertido.
Esta experiencia es casi más importante para los padres que para los niños. Ellos imponen (con benevolencia e ilusión) su propio estilo y patrón de objetos.
Ahora bien, una vez que el niño comienza a desarrollar su propia personalidad es bueno dejar que se vaya haciendo poco a poco con la decoración de su dormitorio. Dejarle tomar algunas decisiones como el color o el motivo de su colcha, ayudará a que se sienta responsable y respetado.
Es más, si son ellos mismos los que eligen determinados elementos, más allá de que se cambie el espacio de estudio o el color de las paredes, darás vida a un espacio que sienten como propio, más creativo y estimulante para su propio desarrollo.
Los elementos que evolucionan con el niño
A medida que los hijos crecen, la habitación tiene que sufrir una transformación. La cama ya no puede ser la de un niño pequeño, porque comienza a crecer y pronto se le quedará pequeña.
La zona de juegos dirá adiós a los muñecos infantiles.
Y si además tiene un buen hábito lector, la estantería será un requisito imprescindible.
Los decoradores de la red CENTURY 21 recomiendan encarecidamente elegir muebles que puedan crecer con los pequeños. Por ejemplo, con soluciones modulares.
Cambios graduales
¿Cuándo es mejor hacer estos cambios? ¿Todos al mismo tiempo? ¿Mejor de forma gradual? Nuestros expertos recomiendan que el proceso se adapte a los cambios que experimentan los niños.
Los padres tienden a comprender antes que ellos que se están produciendo cambios en su personalidad; en otros casos, es el propio niño quien se percata de que esa habitación que tanto le divertía hace un año, ahora le parece infantil. Cada caso es particular.
Por ello, a fin de realizar una transción tanto para los padres (a nivel económico) como para los niños (en un ámbito más emocional) se recomienda que los cambios sean graduales, y siempre con una explicación y una involucración activa del niño en el proceso.
No podemos olvidar que es su dormitorio, su refugio más privado.
Comienza, por ejemplo, por la cama. Explícale que ya no es un bebé y que está creciendo, por lo que necesita una cama más grande. Todos los niños tienen como referencia a los adultos y niños de mayor edad y querrán parecerse a ellos.
Sigue con el área de estudio y el resto de objetos de decoración. Poco a poco, paso a paso, el niño asimilará que aquella habitación original cumplió su cometido, y que ahora esta es su nueva habitación.
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